sábado, diciembre 11, 2004


La Sala 2 del Pabellón de la UE seguía obscuro y vacío a la 1pm, la hora fijada para una presentación del director de las transacciones de carbono del Banco Mundial, Ken Newcombe. Al preguntar por qué el evento fue cancelado un oficial de la UE contestó, "No puedo decir".

Conferencia de Prensa en el Día Internacional de los Derechos Humanos. Grupos asistiendo la 10a conferencia de las partes demandan justicia en la Convención del Cambio Climático.

Los panelistas incluyeron grupos que forman parte de la declaración de Durban. Celebraron el Día Internacional de los Derechos Humanos destacando el vínculo entre el cambio climático y los derechos humanos. Los nombres de los panelistas y sus breves intervenciones a continuación:

Presentado por Nadia Martínez del Instituto de Estudios Políticos (Institute for Policy Studies)

Buenos días y gracias por acompañarnos. Aquellos que no hablen castellano, les pedimos disculpas y nos ofrecemos para conversarles sobre lo expuesto aquí después del evento. To those who do not speak Spanish, we apologize. We are happy to talk to you about what is presented here after the event.

Hoy celebramos el día internacional de los derechos humanos. Creemos que es una ocasión idónea para destacar cómo el tema que se discute en esta cumbre, el tema del cambio climático, esta cercamente vinculado al tema de los derechos humanos. El cambio climático es un tema de derechos humanos. Los impactos del calentamiento global afectan gravemente a las personas del mundo, especialmente a los más pobres. Sus impactos ambientales roban a las personas de su derecho a un ambiente limpio, a tener un lugar sano donde subsistir y suelen desplazar comunidades enteras, inclusive pueblos indígenas, de sus territorios.

En 1992, en la cumbre de la tierra, se reconoció que el cambio climático es un problema grave para el futuro del planeta y sus habitantes. Por lo tanto, se decidió que requería acciones inmediatas para detener y evitar sus impactos. Desde entonces se empezó a negociar la convención internacional sobre el cambio climático y luego el Protocolo de Kioto. Aunque su resultado es un paso en el camino correcto, a la vez se ha convertido en algo diferente de lo que realmente se necesita. Una de las fallas más serias del Protocolo es el llamado mecanismo de desarrollo limpio. Aunque su nombre implica algo positivo, por ser de desarrollo y limpio, este tiene serias deficiencias, las cuales queremos destacar aquí hoy.

El mecanismo de desarrollo limpio se basa en el comercio de emisiones entre los países. Los proyectos que se estan calificando como proyectos del mecanismo de desarrollo limpio – tales como los sumideros de carbono y las plantaciones a gran escala – tienen graves impactos para las comunidades locales y el medio ambiente. Los compañeros que aquí me acompañan darán mayor detalles sobre estos.

El Instituto de Estudios Políticos, a quien yo represento, está lanzando hoy un informe sobre el mayor promotor del comercio de emisiones: El Banco Mundial. Aunque es responsable sólo a sus accionistas y no a los pueblos, el Banco Mundial se ha posicionado como el gestor principal de los proyectos del mecanismo de desarrollo limpio dentro del Protocolo de Kioto. El informe, titulado En Sentido Contrario desde Río, demuestra que el Banco Mundial por un lado presenta falsas impresiones sobre sus proyectos de comercio de carbono y de energías limpias, y por el otro esconde los impactos de sus proyectos de energía convencional, los cuales producen los mismas emisiones que ocasionan el cambio climático.

Desde la cumbre de la tierra, el Banco Mundial ha aprobado un proyecto de combustible fósil – o sea de petróleo, gas o carbón – cada 14 días. La proporción de los proyectos de energía convencional comparada con los de energía limpia es de 17 a 1. Mas alarmante es que el 82 por ciento de los proyectos de petróleo del Banco Mundial se destinan para la exportación hacia el Norte. Todo esto no debe sorprendernos, ya que su mayor influencia viene de los Estados Unidos, país que no ha ratificado la convención del clima. El gobierno de Estados Unidos nombra el presidente del Banco Mundial y es el único país que de facto tiene el poder del veto en el Directorio del Banco.

Por lo tanto, el Instituto de Estudios Políticos, con el apoyo de nuestras organizaciones hermanas por todo el mundo, estamos haciendo un llamado a los países firmantes del Protocolo de Kioto, que no permitan al Banco Mundial a convertir este importante convenio en un frente para sus propios intereses. Los gobiernos miembros del grupo de Kioto no deben permitir que el Banco Mundial maneje los proyectos del mecanismo de desarrollo limpio y no deben permitir que los proyectos contaminantes de combustibles fósiles financiados por el Banco Mundial se realicen dentro de sus territorios nacionales. Muchas gracias.


Presentado por Tom Goldtooth, Presidente, Indigenous Environmental Network (Red Ambiental Indígena)

To many Indigenous Peoples – North and South - carbon trading is a new form of colonialism. I come from the north, from the industrialized and main contributor of greenhouse gases – the United States. As an Indigenous activist fighting for the rights of our indigenous tribes in North America, my people have witnessed first hand, near 300 years of imperialism and broken promises from colonial governments to trust in market-based solutions. To our Indigenous tribes, most market-based solutions have not been of benefit.

The emission reductions that the Kyoto Protocol established for industrialized countries were only 5.2% below 1990 levels—which most scientists agree is completely inadequate to effectively address global warming. Even these inadequate targets are being evaded through schemes such as carbon trading including the establishment of carbon “sinks” like monoculture tree plantations—mainly in the Global South. These schemes are being embraced by the very corporate entities that are destroying the Earth. Meanwhile destruction of true carbon reservoirs like native forests continues, leading to more releases of greenhouse gases.

Communities disproportionately impacted by climate change and the questionable “solutions” put forward by the carbon trading mechanisms include small island states, whose very existence is threatened, as well as indigenous peoples, the poor and the marginalized, particularly women, children and the elderly around the world. We must be concerned of the immediate danger to the continuation of the way of life of the Indigenous Peoples of the arctic-regions who are watching their world melt before their eyes.

The refusal of governments and international financial institutions like the World Bank to force corporations to phase out use of fossil fuels is causing more and more military conflicts around the world, magnifying social and environmental injustice and violations of human rights.

I call to your attention the human rights implications concerning the legitimacy of the World Bank's Prototype Carbon Fund (PCF). The PCF is an instrument to commodify the atmosphere, promote privatization and concentrate resources in the hands of a few, taking away the rights of many to live with dignity. The PCF is not a mechanism for mitigating climate change. It legitimizes a market for an indefinable "commodity", but in fact cannot be reliably described, quantified or verified. It is neither "carbon" nor pollution that is being traded, but people's lives and paper certificates claiming to be carbon credits. The carbon offset culture and emissions trading carries with it concerns of human rights violations, especially with our Indigenous communities within the southern hemisphere of the Americas.

Just as peoples’ movements are rising up around the world against the privatization of water and biodiversity, so must civil society and Indigenous communities rise up against the privatization of the air, which is being promoted through the establishment of a massive “carbon market.”

The governmental leaders have not adequately nor openly discussed the topic of property rights to the atmosphere and whether fossil fuel polluters have the right to dump millions of tons of carbon dioxide into the common air space.

If we are to avert a climate crisis, drastic reductions in fossil fuel investment and use are inescapable, as is the protection of remaining native forests. The current flawed approach of international negotiations must be met by the active participation of a global movement of Northern and Southern peoples to take the climate back into their hands.

Climate politics cannot any longer be limited to the Kyoto Protocol. We must ask ourselves the question of what next and how can the protocol be superceded in a way that avoids its commitments to commodification and scientific abuse.

Thank you. Muchas Gracias. Pidamaya yedo!

Presentado por Raquel Nuñez del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Uruguay [estará disponible pronto]

Presentado por Ben Pearson de CDM-Watch, Australia [estará disponible pronto]


miércoles, diciembre 08, 2004


Sesión plenaria durante la 10a conferencia de las partes de la Convención sobre el Camio Climático.
Nadia Martinez

lunes, diciembre 06, 2004


Greenpeace reclamó a los gobiernos del mundo la adopción de medidas urgentes para frenar el cambio climático con la instalación de un arca gigante en el Obelisco. La participación activa de la famosa actriz uruguaya Natalia Oreiro atrajo la atención del público y de la prensa local.

Nadia Martinez

La Entrada al sitio de la conferencia en La Rural, Buenos Aires.

miércoles, noviembre 24, 2004

Miembros de Declaración de Durban

El grupo original de la Declaración de Durban, octubre 2004. Crédito: Global Justice Ecology Project

Bisasar Road Landfill


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El comercio de carbono viene a Africa del Sur. LA FOTO POR DAPHNE WYSHAM

Declaración de Durban sobre el Comercio de Carbono

Como representantes de movimientos populares y organizaciones independientes rechazamos la afirmación de que el comercio de carbono detendrá la crisis climática. La causa principal de esta crisis radica en la explotación de los combustibles fósiles y la liberación del carbono que contienen en océanos, atmósfera, suelos y seres vivos. Hoy, esta quema excesiva de combustibles fósiles pone en riesgo la capacidad de la Tierra de mantener un clima habitable.

Los gobiernos, las agencias de crédito a la exportación, las corporaciones y las instituciones financieras internacionales siguen apoyando y financiando la exploración y extracción de combustibles fósiles y otras actividades que incrementan el calentamiento global, como la degradación y destrucción a gran escala de bosques, mientras dedican sumas irrisorias a la energía renovable. Resulta particularmente perturbador que el Banco Mundial haya desafiado recientemente la recomendación de su propia Revisión de Industrias Extractivas, que demanda la eliminación progresiva del financiamiento del Banco a la extracción de carbón, petróleo y gas.

Denunciamos los intentos de las corporaciones, los gobiernos y las Naciones Unidas para construir un "mercado del carbono", que incluye la comercialización de "sumideros de carbono", que retrasan aún más el fin de la extracción de combustibles fósiles.

La historia ha sido testigo de intentos de mercantilizar la tierra, los alimentos, el trabajo, los bosques, el agua, los genes y las ideas. El comercio del carbono sigue los pasos de esa historia y transforma la capacidad de reciclar carbono de la Tierra en un bien objeto de compra y venta en el mercado mundial. En el proceso de creación de esta nueva mercancía -el carbono- la facultad y la capacidad de la Tierra de sostener un clima que haga posible la vida y las sociedades humanas están pasando a manos de las mismas corporaciones que destruyen el clima.

Es necesario que las personas en todo el mundo tomen conciencia de este proceso de mercantilización y privatización, e intervengan activamente para asegurar la protección del clima de la Tierra.

El comercio del carbono no contribuirá a lograr la protección del clima del planeta. Es una solución falsa que reafirma y magnifica las desigualdades sociales de varias formas:

- El mercado del carbono crea derechos transferibles para verter carbono en la atmósfera, los océanos, el suelo y la vegetación, en cantidades que superan con exceso la capacidad de estos sistemas para almacenarlo. Por concepto de estos derechos, se adjudicarán miles de millones de dólares sin cargo alguno a las grandes corporaciones de energía eléctrica, siderurgia, cemento, celulosa y papel y otros sectores, que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero en las naciones industrializadas, que han sido las causantes de la crisis climática y que ya explotan al máximo estos sistemas. Los costos de las futuras reducciones en el uso de combustibles fósiles probablemente recaerán en forma desproporcionada sobre el sector público, las comunidades, los pueblos indígenas y los contribuyentes individuales.

- El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto, así como muchos esquemas de comercio de carbono del sector privado, alientan a los países industrializados y a sus corporaciones a financiar o crear sumideros de carbono baratos, tales como las plantaciones de árboles a gran escala en el sur, como una alternativa lucrativa a la reducción de emisiones en el norte. Otros proyectos MDL, como los programas de reducción de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), se focalizan en tecnologías que apuntan a reducir la contaminación y por ende no hacen nada por reducir los impactos de las industrias de combustibles fósiles sobre las comunidades locales. Además, la dimensión de esos proyectos contrasta radicalmente con el porte ínfimo de los proyectos de energía renovable, que apenas sirven como decoración de desarrollo sustentable para el MDL.

- Los pequeños estados insulares, los pueblos indígenas, las comunidades locales, los pescadores artesanales, las mujeres, los jóvenes, los pobres, los viejos y las comunidades marginalizadas ya están sufriendo en forma desproporcionada los impactos de las industrias de combustibles fósiles y otras industrias generadoras de gases de efecto invernadero: desplazamientos, contaminación o cambio climático. Los proyectos MDL intensifican estos impactos de muchas maneras. En primer lugar, habilitan que se siga con la búsqueda, extracción, refinación y quema de combustibles fósiles. Segundo, al otorgar financiación a proyectos del sector privado, como las plantaciones industriales de árboles, permiten que éstos se apropien de tierra, agua y aire -que ya son sostén de la vida y formas de sustento de las comunidades locales- para dedicarlos a nuevos sumideros de carbono para las industrias del norte.

- La negativa a eliminar progresivamente el uso del carbón, el petróleo y el gas, que se reafirma con el comercio de carbono, también es causa de un número creciente de conflictos militares en distintas partes del mundo, que aumentan la injusticia social y ambiental. Esto, a su vez, determina el desvío de grandes recursos hacia los presupuestos militares, que de lo contrario podrían dedicarse a respaldar economías basadas en las energías renovables y la eficiencia energética.

Además de generar estas injusticias, las debilidades y contradicciones internas del comercio de carbono hacen más probable que, en los hechos, en vez de "mitigar" el calentamiento global, lo empeore. No es posible, por ejemplo, verificar que los proyectos del MDL estén "neutralizando" ninguna cantidad determinada de extracción y quema de combustibles fósiles. La afirmación de que sí pueden hacerlo resulta cada vez más peligrosa, porque crea la ilusión de que es posible mantener los patrones de consumo y producción, en particular en el norte, sin afectar el clima.

Por otra parte, debido al problema de la verificación y la falta de una regulación creíble, nadie en el mercado del MDL puede saber a ciencia cierta qué está comprando. En ausencia de una mercancía viable para comercializar, el mercado del MDL y los esquemas similares del sector privado resultan una total pérdida de tiempo, cuando el mundo debe hacer frente a una grave crisis climática.

En lo que resulta una contradicción absurda, el Banco Mundial facilita estos falsos enfoques basados en el mercado para abordar el cambio climático, a través de su Fondo Prototipo de Carbono, el Fondo de Bio Carbono y el Fondo de Carbono para el Desarrollo Comunitario, a la vez que promueve, a una escala mucho mayor, que se siga desarrollando la búsqueda, extracción y quema de combustibles fósiles, que en gran parte servirán para asegurar el aumento de las emisiones del norte.

En conclusión, "ponerle precio al carbono" resultará tan efectivo, democrático, o conducente para el bienestar humano como ponerle precio a los genes, los bosques, la biodiversidad o los ríos limpios.

Reafirmamos que las reducciones drásticas en las emisiones derivadas de los combustibles fósiles son un prerrequisito si se quiere evitar la crisis climática. Afirmamos que somos responsables ante las próximas generaciones de buscar soluciones reales, que sean viables y verdaderamente sustentables y que no sacrifiquen a las comunidades marginalizadas.

Por todo esto, nos comprometemos a ayudar a construir un movimiento popular global por la justicia climática, a movilizar a las comunidades en todo el mundo, y a expresar firmemente nuestra solidaridad con todos quienes se oponen al comercio de carbono a nivel local.

Firmada el 10 de octubre de 2004
Glenmore Centre, Durban, Sudáfrica

FIRMANTES DEL ENCUENTRO DE DURBAN
Indigenous Environmental Network
Carbon Trade Watch
Coecoceiba-Amigos de la Tierra, Costa Rica
CORE Centre for Organisation Research & Education, Manipur, India
Delhi Forum, India
FERN FASE-ES, Brasil
Global Justice Ecology Project, USA
National Forum of Forest People And Forest workers (NFFPFW), India
Patrick Bond, Professor, University of KwaZulu Natal School of Development Studies, South Africa
SinksWatch, UK
O Le Siosiomaga Society, Samoa
Sustainable Energy & Economy Network, USA
The Corner House, UK
World Rainforest Movement

ADHESIONES

Si desea adherir a la declaración, puede enviar sus datos (nombre, organización, país) a la siguiente dirección de correo electrónico: info@fern.org o hacerlo a través de la siguiente página web: www.sinkswatch.org

Para obtener la lista actualizada de los firmantes del Encuentro de Durban visite www.sinkswatch.org

World Rainforest Movement
International Secretariat
www.wrm.org.uy


¡Justicia Climática Ya!

¡Justicia Climática Ya!
Llamado a los Pueblos para actuar contra el Cambio Climático


Si pretendemos evitar una crisis climática, la reducción drástica de las inversiones en combustibles fósiles y en el uso de los mismos es inevitable, al igual que la protección de los bosques nativos que nos quedan.

Entre el 4 y el 7 de octubre de 2004, representantes de organizaciones y movimientos populares de diversas regiones del mundo se reunieron en Durban, Sudáfrica, con el fin de discutir opciones realistas para tratar el problema del cambio climático.

El grupo culminó la reunión con este llamado a un movimiento popular mundial contra el cambio climático.

Doce años atrás, los gobiernos reconocieron la gravedad del tema del cambio climático y acordaron hacer algo al respecto. Firmaron y ratificaron la Convención sobre Cambio Climático. Cinco años después acordaron el Protocolo de Kioto, cuyo cometido era establecer compromisos concretos para reducir las emisiones de combustibles fósiles de los países del Norte.

Este Protocolo todavía no ha entrado en vigor. (Se espera que el Protocolo de Kioto entre en vigor este año).

La reducción de emisiones que el Protocolo de Kioto estableció para los países industrializados era de apenas 5,2% por debajo de los niveles de 1990, lo que según la mayoría de los científicos es completamente inadecuado para combatir de modo efectivo el calentamiento global. Pero incluso esos objetivos insuficientes están siendo evadidos a través de esquemas como el comercio del carbono, que incluye el establecimiento de monocultivos forestales como "sumideros" de carbono, principalmente en el Sur. Estos esquemas están siendo adoptados por las mismas entidades que están destruyendo el planeta. Mientras tanto, continúa la destrucción de verdaderos reservorios de carbono tales como los bosques nativos, con lo que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es por este motivo que el Grupo de Durban exhorta a activistas y organizaciones de base de todo el mundo a exigir acciones reales respecto del cambio climático.

Entre las comunidades desproporcionadamente impactadas por el cambio climático y por las falsas "soluciones" propuestas por el Protocolo de Kioto (incluidos los proyectos de sumideros de carbono y la continuación de la exploración, extracción y quema de combustibles fósiles) se cuentan los pequeños estados isleños cuya existencia misma se ve amenazada, así como pueblos indígenas y los pobres y marginados, en particular las mujeres, los niños y los ancianos de todo el mundo.

Los gobiernos y las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial se niegan a obligar a las corporaciones a reducir progresivamente el uso de combustibles fósiles y de hecho alientan la utilización acelerada de las cada vez más limitadas reservas de combustibles fósiles. El resultado es el surgimiento de un número creciente de conflictos militares en todo el mundo, que aumentan la injusticia social y ambiental.

Del mismo modo que los movimientos populares del mundo entero se están alzando contra la privatización del agua y la biodiversidad, debemos alzarnos contra la privatización del aire, que se está promoviendo mediante el establecimiento de un "mercado del carbono" global.

Si pretendemos evitar una crisis climática, la reducción drástica de las inversiones en combustibles fósiles y en el uso de los mismos es inevitable, al igual que la protección de los bosques nativos que nos quedan. Debe hacerse frente al erróneo enfoque actual de las negociaciones internacionales mediante la participación activa de un movimiento mundial de pueblos del Norte y del Sur para que el tema del clima vuelva a sus manos.

Por lo tanto hacemos este llamado para que activistas, organizaciones y comunidades firmen la declaración resultante de la reunión de Durban y se unan a este creciente movimiento mundial.

Para firmar la declaración ¡Justicia Climática YA! envíe un mensaje a info@fern.org , o visite www.sinkswatch.org


jueves, julio 01, 2004

Cómo explica el Banco Mundial a los periodistas el comercio de emisiones

Boletín Nº 84 del WRM
Julio 2004
(edición en castellano)
www.wrm.org.uy

"El comercio de las emisiones de carbono, un vehículo para el desarrollo. ¿Valdrá la pena contar esta historia? Creo que sí," dijo Sergio Jellinek, un "asesor en comunicaciones" del Banco Mundial, a una sala llena de periodistas en la Expo Carbono realizada en Colonia, Alemania, la semana pasada.

Organizada por el Banco Mundial, la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones y Koelnmesse (Feria del Comercio de Colonia), la Expo Carbono pretendía marcar que el "Mercado Mundial del Carbono había alcanzado su madurez". De hecho, solamente unos pocos cientos de personas pusieron los 980 Euros de la entrada al evento. La mayoría parecía conocerse por el nombre de pila. Una de cada siete de las personas presentes era periodista.

En el primer día de la Expo Carbono hubo un "taller interactivo para periodistas". Charles Cormier, experto en capacitación en materia de finanzas del carbono, del Banco Mundial, abrió el taller con una introducción al tema.

La presentación en powerpoint de Cormier explicaba que el cambio climático era real, y que los detalles se describen en el tercer informe del IPPC. "Es el Panel Internacional de ..er…bien, en fin es el IPPC", explicó, aunque su explicación no resultó muy útil.


Después, me encontré con Cormier en el puesto del Fondo Prototipo de Carbono (PCF) del Banco Mundial. Le solicité una entrevista sobre Plantar, un proyecto de plantación industrial de árboles en Brasil financiado por el PCF. Plantar es por lejos el mayor proyecto del PCF en términos de la cantidad de emisiones de carbono que se supone ahorrará el proyecto. "No sé nada sobre Plantar" replicó.


En el taller para periodistas, Sergio Jellinek explicó que el Banco Mundial ofrecía ayuda a los periodistas "para tener la versión correcta".


"Pónganle ustedes el tono al debate. Es un debate en el que queremos participar", dijo Jellinek. "Ustedes son los maestros del procesos de decodificación", agregó.

En su presentación, Sanjay Suri, un periodista de Inter Press Service, describió al comercio de carbono como "el comercio de lo que podría haber sido" y señaló que éste es el primer mercado en toda la historia que se crea con el fin de eliminarse a sí mismo. Preguntó si esta nueva "mercancía" era simplemente una forma de abrir otro mercado a las compañías del norte para abastecer al sur de tecnología supuestamente limpia.


Charles Cormier, del Banco Mundial, hizo entonces una corta presentación. Cormier aceptó que el comercio de carbono "es un concepto extraño. Es un comercio de emisiones que no serán emitidas en el futuro". Agregó que "en sí mismo es algo así como un experimento a escala mundial".


La industria aeronáutica, que de las actividades que contribuyen a la emisión de gases de efectos invernadero es la que está creciendo más rápidamente, "fue un poco olvidada en Kioto" según Cormier.


Cormier explicó que la Expo Carbono sería neutra respecto del carbono. Los organizadores calcularon cuánto gas de efecto invernadero se emitiría a raíz de la feria y del traslado de los visitantes hasta allí. Para "compensar" esas emisiones la Expo Carbono compraría créditos de carbono de un proyecto de plantación de árboles en Tanzania.


El argumento de Cormier se puede resumir de la siguiente forma: el calentamiento global es un hecho, así que tenemos que hacer algo. Por tanto, se crea el comercio de carbono.


La siguiente presentación fue la de Richard Kinley, de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Kinley explicó que en el marco del Protocolo de Kioto, la "mayoría" de las reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero de un país deben ser reducciones a escala nacional. Los mecanismos flexibles de Kioto (el comercio de emisiones, el mecanismo de desarrollo limpio y la implementación conjunta) pueden llegar a representar la mitad de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un país.

Según Kinley, la crítica que se hace al Protocolo de Kioto de que no es una solución al cambio climático no es justa. "Kioto nunca pretendió resolver el problema", explicó. Kioto tiene la intención de ser un primer paso. "Kioto es importante porque envía señales" dijo Kinley.

Kinley comentó que le gustaba mucho la descripción de Sanjay Suri del comercio de emisiones como "comercio de lo que podría haber sido". Dijo: "esta es probablemente la primera vez en la historia en que se crea una nueva mercancía. No es como el dinero, pero es bastante singular".

El siguiente fue Franck Lecocq, un economista del Banco Mundial. Se entusiasmó con el nuevo mercado de emisiones y dijo que el comercio de emisiones de este año probablemente sea el doble que el del año pasado.

Le pregunté a Lecocq cómo respondería la pregunta de Sanjay Suri sobre si el comercio de carbono era algo más que una forma de abrir mercados para que las compañías del norte vendieran tecnología al sur, mientras se permitía a las compañías seguir contaminando en el norte. Le pregunté porqué el Banco Mundial participa en esto, en especial teniendo en cuenta que supuestamente su misión es mitigar la pobreza, no crear nuevas mercancías.

Sin pestañar, Lecocq expuso otro cuadro de su presentación en powerpoint. Allí se explicaba que la meta del Banco Mundial es aliviar la pobreza y que el cambio climático afecta a los pobres. Por eso el Banco Mundial promueve el comercio de emisiones de carbono. "Había olvidado mostrarles esto", dijo.


Ninguna de las presentaciones en el taller del Banco Mundial explicó cómo el comercio de carbono ayudaría a resolver el problema del cambio climático. Ninguna explicó porqué el Banco Mundial utiliza los dineros de los contribuyentes para auspiciar la creación de una nueva mercancía que básicamente beneficia a la industria del norte.

Esto quedó para Ken Newcombe, alto directivo del Fondo Prototipo de Carbono del Banco Mundial. En una conferencia de prensa inmediatamente posterior al taller de periodistas, Newcombe dijo "el Banco Mundial está reduciendo el riesgo de los inversores privados".

Fuera de la Expo Carbono, los activistas levantaban una pancarta con la leyenda "Parar a Plantar". Uno llevaba una pileta de cocina (que en inglés se le llama sumidero) con la leyenda "no es un árbol" y otro sostenía una planta en una maceta donde se leía "no es un sumidero".

La manifestación fue organizada por las organizaciones no gubernamentales CDMWatch y Sinks Watch. Entre los manifestantes estaban dos brasileños de Minas Gerais, donde se encuentran las plantaciones de Plantar. Juarez Teixera Santana, del Sindicato de Trabajadores Rurales de Minas Gerais, declaró: "hemos estado luchando contra la destrucción causada por las plantaciones industriales de árboles en nuestro país durante años. Y ahora nos vienen a decir que estos proyectos destructivos son proyectos de ‘desarrollo limpio’ que protegen al clima. No son ninguna de las dos cosas".

Por: Chris Lang, http://chrislang.blogspot.com